6 de septiembre de 2012

Tiempo al tiempo


                Hagamos gala una vez más de nuestra vergonzosa impasividad ante lo que nos rodea, nos irrita y nos hace sentir, aunque solo sea de vez en cuando. Dejémosle. Permitamos que el tiempo cure nuestras heridas, ponga fin y tal vez solución, en mayor o menor grado de satisfacción, a los problemas que nos atormentan cada día. Lo hará, y con mucho gusto, no os preocupéis.

                Recurramos a él, sin demora, sin miedo, aunque sea éste quien nos conduzca a aquél. Concedámonos el privilegio de fallar una vez tras otra, sin pararnos a pensar lo que nos hace caer. El tiempo terminará por poner a cada uno en su lugar, o al menos esos piensan quienes envidian el éxito conseguido de manera sencilla, mientras ellos saben de buena mano que nunca estarán tan cerca.

                Curioso comodín, el as en la manga del jugador sentado frente a Cupido, en la misma mesa, partícipes de una única partida. Nosotros, conocedores de su más que segura victoria, apostamos todo a su favor, encomendándonos a él para que cierre las heridas que darían un vuelco a nuestras vidas si fuésemos capaz de cicatrizarlas por nosotros mismos, si de verdad nos enfrentásemos a su dolor, superándolo, y no conformándonos con esperar a que desaparezca. Del otro lado, haciendo gala de su totipotencia, nos hace perdonar lo imperdonable, maquillando aquellas decisiones que no tomamos, esas que nos hacen torturarnos cada noche, justo cuando creemos vencer al tiempo un día más.

                Mientras tanto, se ríe de nosotros, jugando con nuestra mente, simulando que se deja captar por conceptos como presente, pasado y futuro. Y así, creemos vivir el presente, en un absurdo y hedonista carpe diem, inventando un futuro incierto, más similar al cuento de la lechera que al que realmente se abre ante nuestras narices y nos negamos a ver. Sin darnos cuenta de que vivimos en un continuo pasado, tratando de atrapar con una red para cazar mariposas un presente que se nos escapa irremediablemente, construyéndonos un futuro que dista mucho del que nos presentaron cuando éramos niños.

2 comentarios:

  1. ¿Sabes? Siempre me ha dado rabia el tiempo, así que entiendo perfectamente de lo que hablas...

    ResponderEliminar
  2. Mas o menos, creo que lo que entendido..... Aunque a mi mas de una vez el tiempo me ha ido demostrando que pone, no a las cosas, si no a algunas personas, en su lugar. Aunque algunos irremediablemente se escapan...

    ResponderEliminar