25 de febrero de 2016

Idas y venidas

'Vete por donde quieras', me dijo.



Y yo me fui, claro que me fui, ¿cómo iba a poder resistir la tentación? Desaparecí de allí, me olvidé de todo y me perdí en el entramado de sonrisas que hacía unos minutos me había regalado. Me fui, sin dejar rastro, por cada uno de los rincones que su cuerpo me ofrecía, me deslicé cuidadosamente por todos los sueños que nos quedaban por cumplir, despiertos y con los ojos abiertos. La desnudé de miedos y pretéritos absurdos, la vacié de falsas expectativas sobre el amor y sus desdichas, le borré todas las caricias que tenía mal dibujadas en su piel. Me fui, me fui por las ramas, por los entresijos de esa mirada que me encendía la esperanza. 

Me fui, pero ella se quedó, mirándome calmada, sabedora de que, tan solo con un beso, conseguiría hacerme volver. 

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