27 de enero de 2013

Campanilla

Lo más difícil dicen que son los comienzos, por eso yo pienso que hay más gente que debería conocerte, contigo son más fáciles. Es más sencillo cuando estás delante, aunque esto te lo ponga por escrito, no porque no pueda decírtelo sino porque me apetece dejar constancia. Como decía, no cuesta nada cuando son tus ojos los que miran y tu capacidad de escucha la que me arropa en los problemas. Tranquiliza ver esa pequeña figura cargada de libros bajando las escaleras de la cafetería, siempre muy temprano, para luego acercarse a la mesa y dar los buenos días con una sonrisa, por muy feo que pinte el día o por cerca que estén los exámenes. Da gusto sentirse como en casa, sobre todo para los que la tenemos algo lejos y tengo el gusto de comunicarte que me haces sentir así.

Han sido muchos momentos, tampoco quiero caer en lo típico de recrear algunos de los mejores y, la verdad, dada mi memoria se me habrán olvidado la mayoría. Pero es esa sensación de saber que siempre puedes contar con alguien, tener muy claro que estarás ahí siempre que lo necesite, que serás la fuerza con la que podré salir de los baches o las cadenas que me aten a la realidad cuando mi imaginación se despegue demasiado. Me quedo con la satisfacción y el gusto de haberte conocido, de poder contar contigo, como diría Benedetti, con la tranquilidad de haber disfrutado una parte de mi vida compartiéndola contigo.

Podría seguir intentando buscar razones, pero creo que no he dado ninguna, ni la daré, no persigo otra intención que la de esbozar una sonrisa en tu cara con la que, aunque sin parangón alguno, poder agradecerte haberme dejado formar parte de tu vida.

Ya no me recuerdo bien de dónde era lo que voy a decirte, pero bueno, a lo que iba, uno se da cuenta de que el mundo es un poco menos malo cuando existe gente como tú.


FELIZ CUMPLEAÑOS. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario