Hoy
no quiero verte, quiero negarte mis insulsos sueños y despojarte de cada uno de
los besos con que te vestía. Necesito mojar mis mejillas con agua que
simule la humedad de unas lágrimas nunca derramadas, necesito que comprendas
que el infierno no es nada más que mi cama vacía, que soporta, a duras penas, el
eco de la ausencia de tu cuerpo.
Hoy
no quiero verte, así que ven, por favor, y apaga la luz.
Tremendo ese final.
ResponderEliminarGenial.
ResponderEliminarA veces los infiernos personales no hay forma de calmarlos.
Me ha gustado mucho :)
Muy bueno el final.
ResponderEliminarLos pelos de punta JoseLu
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