25 de noviembre de 2015

Adiós

Hoy, cariño, me marcho contigo,
donde quiera que estés,
porque sé que me esperas,
con esa media sonrisa en la cara
y con los brazos abiertos,
haciéndome un hueco en tu pecho.
Siempre tuviste la forma perfecta
para sostener mis miedos,
nunca permitiste los besos tristes
ni los 'te quiero' por compromiso.

Me despido ahora
de eso que llaman vida,
y que no ha sido
más que una broma
de mal gusto
desde que te fuiste de mi lado.
Y es que sin ti, amor,
todo fue una torpe comedia,
una falacia repleta
de horas en balde,
de buscarte en cada rincón,
de llorarte en cada palabra.

Pero hoy, hoy estoy alegre,
vida, qué paradoja,
aún a sabiendas de que quizá
no te encuentre,
si bien ni ganas
ni esperanzas me faltan.
aún dejándolo todo,
si bien sé que lo que abandono
hace tiempo dejó de importarme,
y es que lo único
que daba sentido a esta falsa
y pútrida realidad
era la luz
que otorgabas a las cosas
con tu tierna mirada,
era tu corazón
en nuestras vidas,
sobre todo en la mía,
en el mío,
que ya no soporta
su ausencia
y se rinde al cansancio
del sinsentido
en este tramo final del viaje.

Por todo ello
dejo de luchar,
me abandono a ti,
me entrego desvalido
a la muerte,
y ya no la temo
porque me mira
con tus ojos.
Por eso morir
tiene sentido,
será como dormir
cuando lo hacía
contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario